La historia de la Mac puede haber sido una de las muchas trayectorias cortas de productos innovadores que no logran despegar.
Como tantos visionarios, Steve Jobs lo apost贸 todo a que Macintosh era el futuro. Con una directiva en contra, con gran parte de la empresa en contra, con el mercado en contra...
Solo 茅l pod铆a ver las piezas que hab铆a ensamblado en su cabeza: el mouse del MIT, la interfaz visual, los personajes que estudi贸 en la universidad.
Tambi茅n era Steve Jobs y no pod铆a estar equivocado. Su destino era cambiar el mundo.

Aislados en su mansi贸n, con su banda de piratas que lo seguir铆an hasta perder la salud, la pareja, la idea de lo que estaba bien y lo que no, a cambio de parte de la gloria que Jobs les hab铆a prometido.
Si algo se puede reconocer en Jobs es que supo persuadir, convencer. Sab铆a c贸mo extraer lo que la gente ten铆a dentro que no sab铆an que hab铆an atesorado.
Como muchos reconocieron, fue capaz de exprimir a una persona y hacer que se sintiera agradecida por ello.
El Macintosh naci贸 el 24 de enero de 1984
Por supuesto, el camino hacia la presentaci贸n del Macintosh original estuvo plagado de cuerpos que no lograron completar el viaje. Algunos se retiraron voluntariamente, incapaces de soportar la presi贸n y el ego del director, tal vez al ver lo marginado que estaba Jobs en su propia empresa, pensando que era una guerra perdida. A otros simplemente no se les dio la reserva para obtener m谩s informaci贸n. Se quedaron sin motor hasta reventar y quedaron estacionados al costado de la carretera, haciendo otras cosas que eran menos ambiciosas pero que les permit铆an tener una vida.
El Mac estuvo a punto de no sobrevivir porque naci贸 en un momento cr铆tico: una direcci贸n de Apple decidida a alargar la vida de productos que se iban quedando obsoletos y un Jobs marginado, decidido -una vez m谩s- en su visi贸n mesi谩nica a salvar la empresa. , pero con los recursos adecuados para desarrollarla.
Jobs necesitaba que Apple pusiera todo lo que ten铆a en desarrollar el potencial de Macintosh, y Apple necesitaba un nuevo producto que le permitiera seguir siendo relevante.

Afortunadamente para la historia, para nuestra historia, el fracaso de la gesti贸n fue m谩s r谩pido que el fracaso de Macintosh, aunque por el camino se reivindic贸 el puesto de Jobs, que tuvo que ser exiliado a la isla de Next, para continuar con su visi贸n (y volver a fracasar). ).
Esos fracasos han dado forma a Jobs 3.0 que Apple ha relanzado a las alturas a las que vuela hoy.
La Macintosh, originalmente presentada como una computadora todo en uno, todav铆a se ve igual hoy.
Los tiempos han cambiado, los monitores de tubo ya son historia, la potencia de los chips ha llegado a cotas inimaginables, ha conocido tres chips distintos (y estamos a punto de entrar en el cuarto) pero sigue siendo una silueta reconocible y un hilo conductor en la historia de Apple. ignorado

A sus 36 a帽os, sigue siendo un atractivo hombre maduro, en excelente forma y capaz de adaptarse a todo lo que requiere la tecnolog铆a: desde una versi贸n ultrapotente para profesionales hasta un ordenador para educaci贸n.
Y si el futuro requiere pantallas antigravedad con proyecciones hologr谩ficas tridimensionales con realidad aumentada e inteligencia artificial generada por ondas mentales, podemos asegurar que habr谩 un iMac que pueda hacerlo.

As铆 que hoy va por ti, Macintosh, Mac por los amigos, por todo lo que nos ha dado y por todo lo que te queda por dar.